Cena pronto y ligero, pero cena.
No es bueno irse a la cama en ayunas pero peor es darse un atracón imperial a la hora de cenar.
Una buena digestión lleva unas dos horas aproximadamente. Si no se respeta bien el “tempo” de este proceso digestivo, pueden aparecer dificultades para conciliar el sueño o puedes tener una digestión pesada y el sueño nervioso.
De igual manera, es importante no ayunar. Se corre el riesgo de combatir con la nevera de tú a tú a media noche.
Muy poca luz
La melatonina o la hormona de la oscuridad, nos ayuda a dormir por las noches. Se segrega en la oscuridad o la penumbra y es inhibida por la luz. Puede dar un mayor realismo y frecuencia a nuestros sueños, y si no se segrega se aceleran los procesos de envejecimiento. #ForeverYoung
Temperatura
Aquí podemos encontrar gustos opuestos, no obstante los extremos no son buenos. Para gustos fresquitos, no deberíamos bajar de 19º y para más calentitos no superar los 26º. Ya que en cualquiera de los casos podríamos perturbar nuestro preciado sueño.
Ejercicio físico
Se recomienda practicarlo como mínimo 3 horas antes de irse a la cama, pero a veces es inevitable, no? 😉
Horarios y rutina
Intentar irse a la cama y despertarse más o menos a la misma hora todos los días, ayudará a sincronizar nuestro reloj biológico descansando mejor y conciliando el sueño con mayor facilidad.